lunes, 27 de abril de 2015

MITOS Y LEYENDAS

ADAPTACIÓN MARKO CASTILLO
Cuando los dioses, contentos de haber terminado, revisaron la creación, se dieron cuenta de que el sol no estaba bien, alumbraba poco y sus rayos no calentaban la tierra. Se reunieron para crear otro.
Tezcatlipoca Negro se ofreció a serlo. En la primera era fue el único en alumbrar y calentar la tierra. Quetzalcóatl sintió deseos de brillar. Tiró a Tezcatlipoca Negro al agua y se convirtió en el astro de la segunda era. Tezcatlipoca Negro vuelto tigre de un zarpazo pudo derribarlo y devoró a los gigantes que habían creado. Quetzalcóatl enojado soltó vientos y ciclones. Los hombres se asustaron, lamentaban no ser animales para huir al monte como ellos. Los dioses los transformaron en monos. Se sentaron a ver su creación, sin hombres.
Tláloc dijo que él sería el tercer sol. Pero como era dios de la lluvia, hizo caer fuego, los ríos eran llamas. La gente tuvo miedo y pidió ser pájaro para salvarse. Los dioses convirtieron a la gente en gaviotas zenzontles, águilas, búhos y en muchas otras aves.
Quetzalcóatl le propuso a Chalchiutlicue, diosa del agua, que ella fuera el cuarto sol. Aceptó sin resultado porque produjo lluvias e inundaciones. La gente aterrorizada pedía ser pez para protegerse. Llovió tanto que el cielo se cayó sobre la tierra y Quetzalcóatl y Tezcatlipoca Negro tuvieron que convertirse en árboles para levantarlo. Los dioses se pusieron tristes porque habían fallado en la creación del sol y habían acabado con la raza humana al transformarlos en peces


Los otomíes queretanos han convertido sus mitos en historia, dando por hecho todo lo contado, aunque documentos históricos que ellos mismos poseen contradicen el mito de la fundación de Mexquititla (comunidad otomí del municipio de Amealco, donde aún se cuentan las leyendas).

En esta obra editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el autor relaciona esta historia directamente con la fundación de Tenochtitlan, pues en ambos, un ser divino indica el lugar hacia donde deben peregrinar para establecerse definitivamente.
En el libro se explica cómo los dioses prehispánicos fueron expulsados de las creencias otomíes, debido a la apropiación de los mitos originales a favor de la evangelización. La imposición de la Iglesia católica –como lo llama Abramo- no logró su objetivo y tuvo que tolerar las antiguas creencias, los nombres de las deidades cambiaron por personajes de la religión europea, pero conservando las ideas precolombinas.
La recopilación incluye mitos de la creación del mundo, del Sol y la Luna, los ancestros, el acercamiento de los humanos con el maíz, la mujer y la serpiente, el zorrillo que quiso volar y el origen del pulque, entre los principales. Otras leyendas son de índole católica, que mencionan a Cristo en la lucha contra el demonio, y en otras se habla de la interacción entre humanos y animales. Todas las narraciones con sus respectivas versiones y análisis.
El autor describe Mexquititla; la forma de vida de los otomíes contemporáneos y el culto religioso de la zona. Además narra la fundación del lugar basándose en documentos históricos de 1540, reescritos en 1827, en posesión de este pueblo indígena, cuya copia se encuentra en el Archivo General de la Nación.
Se explica la importancia de analizar los mitos como parte del “universo simbólico de las sociedades”, que representa la búsqueda del autor por acercarse a la mitología de los otomíes contemporáneos de Querétaro. Y señala a la inversión simbólica como estrategia imaginaria social, donde cambian los roles de los personajes mitológicos.
Al entrar al mundo mítico otomí, resaltan ciertos “mitemas” o elementos que comparten sus historias, como la persecución, el castigo y la ayuda divina.
El título del libro, Las Patas Limpias, se refiere a una de las leyendas narradas por el autor: una cocolera (un ave) por detenerse a en un río para lavarse las patas antes de ir a la bienvenida que el cielo le organizó a Cristo por su resurrección, después de su muerte terrenal en la cruz, llegó tarde a la cita y se puso a llorar, razón por la que desde entonces canta tristemente.






No hay comentarios:

Publicar un comentario